Parte de los ‘chalecos amarillos’ denuncia una «maniobra de distracción» de Macron. La policía aumenta la vigilancia de las fronteras para evitar que el yihadista huya.
El carácter simbólico del lugar elegido, la forma de actuar y el hecho de que numerosos testigos escucharan gritar «Allah Akbar» (Alá es grande) al autor del tiroteo que el martes sembró el terror en las inmediaciones del mercado navideño de Estrasburgo confirman el carácter terrorista del ataque que acabó con tres personas muertas –una de ellas en estado de muerte cerebral– y 12 heridas, seis de ellas de gravedad, según informó ayer el fiscal de la sección antiterrorista de París, Rémy Heitz, al cargo de la investigación.
«El terrorismo ha golpeado nuevamente nuestro territorio en Estrasburgo», indicó el magistrado tras detallar el recorrido macabro que hizo el agresor, Chérif Chekatt, un francés de 29 años nacido en Estrasburgo, fichado por delitos comunes, vigilado por radicalización y condenado en 27 ocasiones por diferentes delitos cometidos en Francia, Alemania y Suiza.
La tranquilidad de la ciudad alsaciana, sede del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo, se vio súbitamente alterada sobre las ocho de la tarde cuando un individuo irrumpió con una pistola automática en el centro de la ciudad y empezó a disparar a su paso por la calle de los Orfebres y la de los Grandes Arcos.
Luego se cruzó con una patrulla de la operación Centinela, los militares desplegados en puntos neurálgicos del territorio para prevenir atentados, y disparó e hirió a uno de ellos en una mano mientras los militares respondieron alcanzándole en un brazo sin lograr neutralizarle. El individuo logró huir en un taxi que le llevó hasta el barrio de Neudorf. Comenzó entonces una auténtica caza al hombre con el despliegue de más de 720 agentes de las fuerzas del orden y la decisión de elevar el nivel de alerta terrorista para reforzar las fronteras. Las autoridades francesas no descartan que haya salido del país y ayer la policía federal alemana realizaba controles sistemáticos en cuatro puntos de la frontera con Francia.
Horas antes del atentado, la Gendarmería había acudido a casa del sospechoso con una orden de arresto por tentativa de homicidio, pero Chekatt no se encontraba en su domicilio. La investigación deberá determinar si decidió pasar a la acción al sentirse acosado. Durante el registro, los agentes encontraron una granada y varias armas. Fueron detenidos cuatro familiares del sospechoso y se efectuaron numerosos registros en lugares frecuentados por el presunto terrorista.
El atentado de Estrasburgo coincide con un momento de grave crisis política y social en el país. El movimiento de los chalecos amarillos surgido para protestar por las tasas a los carburantes mantiene el pulso con el Gobierno pese a las cesiones de Emmanuel Macron y el drama vivido el martes coloca a los manifestantes ante una disyuntiva: mantenerse en la calle o decretar una tregua.
‘FAKE NEWS’ / Los grupos de Facebook de sectores radicales del movimiento, adictos a las fake news y a las teorías del complot, rebosan de mensajes denunciando el ataque de Estrasburgo como una maniobra de distracción de Macron para apagar la contestación. «Teorías innobles», reaccionó el ministro de Educación, Jean Michel Blanquer.
La clase política tampoco dio muestras de la calma y la moderación que el presidente francés, Emmanuel Macron, reclamó a sus responsables.
La Torre Eiffel se apagó la pasada medianoche en homenaje a las víctimas del ataque mortal en el mercado navideño de Estrasburgo.