
La casa de estudios superiores más importante del país, la Universidad Central de Venezuela, cumple 300 años en medio de una crisis sin comparación, con una plantilla de profesores que perciben un salario mínimo reducido a la nada, aunado a la realidad de estudiantes que eligen entre “comer o estudiar”, además de joyas arquitectónicas en franco deterioro.
A pesar del olor a pintura fresca que impregnó en las últimas semanas el aire del campus de la UCV, mientras obreros cargaban sacos de cemento en estas 200 hectáreas declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco, la recuperación va más allá del concreto y el remozamiento.
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“Uno ve un estado general de decadencia justamente cuando la universidad se acerca a su tercer centenario. Uno no puede creer que llegó a un punto tan bajo”, manifestó Daniel Terán, historiador con doctorado egresado de la UCV, cuyo sueldo como docente en esta casa de estudios alcanza apenas 11 dólares mensuales.
Terán es reflejo de la realidad de la crisis que atraviesan los profesores de la “Casa que vence las sombras”, este docente de 43 años sobrevive con múltiples trabajos: da clases en universidades y colegios privados y hace traducciones e investigaciones para proyectos académicos extranjeros.
“Sigues solo por vocación”, dijo Antonio Silva, profesor de informática de 51 años, cuyo salario oscila entre 8 y 10 dólares al mes: “Colegas en Latinoamérica pueden ganar 2.500, 3.000, 5.000 dólares”.
La UCV sin docentes
Según información ofrecida por el Observatorio Venezolano de Universidades, uno de cada tres profesores dejó de hacer tres comidas diarias.
Seguidamente, precisó que hay cátedras desiertas, sin docentes, es consecuencia lógica. La UCV, según sus autoridades, perdió 1.200 de los 9.000 profesores (activos y jubilados) que tenía en nómina hace cuatro años, en una Venezuela que mezcla inflación y recesión y cuyo PIB per cápita cayó a 1.541 dólares según el FMI, por debajo del de Haití.
“Es normal por los salarios, las condiciones (…) Yo no los juzgo”, afirmó resignada la estudiante Rianny Rincones.
Hay aproximadamente 35.000 estudiantes de pregrado en la actualidad en la UCV, un tercio menos que en 2015, es la muestra de un panorama de desolación de las aulas, pupitres vacíos inducida por la migración de jóvenes. “Muchos escogen entre comer y estudiar”, detalló Terán.
La emblemática UCV se fundó el 22 de diciembre de 1721 como Real y Pontificia Universidad de Caracas, cuando Venezuela era colonia española. Su actual campus, obra maestra del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, se construyó entre las décadas de 1940 y 1960.