Recientemente, el Instituto Kéldysh de Matemática Aplicada, de la Academia de Ciencias de Rusia, informó que el satélite estadounidense Galaxy 11 se desintegró en el espacio arrojando fragmentos que pudiesen poner en riesgo la seguridad de la zona.

Vale la pena mencionar, que los científicos explicaron que la destrucción del Galaxi 11, que tiene más de 20 años de antigüedad, pudo haber sido debido al deterioramiento de la pantalla de aislamiento térmico, concentradores de radiación solar o paneles solares.

El satélite geoestacionario es utilizado para comunicaciones y observación de regiones específicas de la Tierra. Fue lanzado en 1999 a través del cohete europeo Ariane 4, que despegó desde el puerto espacial de Kouru (Guayana Francesa) como respaldo del Intelsat 802.

Asimismo, los especialistas de Rusia informaron que “actualmente se desconocen las razones exactas de la desintegración de la nave espacial, sin embargo, aseguran que a medida que hay más y más satélites en órbita terrestre baja, la basura espacial se  acumula hasta el punto en que se convierte en un peligro.

En este sentido, Rusia confirmó que los escombros del Galaxy 11 fueron detectados y explorados mediante instrumentos ópticos civiles, y advirtió que las pequeñas partes del aparato son un “peligro inmenso para otros satélites que aún funcionan en la misma órbita geoestacionaria”.